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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Con un poco de azúcar...




Hace ya dos años que dejé de consumir azúcar. Prescripción médica. De mi kinesiólogo.
Llevaba tiempo con una sintomatología que me estaba amargando como mujer. Y unos de los cambios que tuve que realizar para que desapareciera fue dejar el azúcar. Y no soy diabética. Al igual que mejor que tampoco coma trigo, y no soy celíaca.
Estos y otros cambios en mis hábitos alimenticios supusieron incluso algunos cambios sociales, porque, sin querer, tienes un nuevo círculo de personas que de alguna manera tienes ESO en común. Y entonces te empiezas a informar.

Me dijeron que existía una planta que se llama Stevia. Sus hojas son totalmente dulces, sin contener glucosa, por lo que cualquier persona con problemas en la asimilación de dicho azúcar, podría usar dicha planta para endulzar sus comidas.


Parecía que todo lo relacionado con la Stevia iba a ser beneficios. Pero ¿por qué no se conocía esta planta?
 Pues parece ser que legalmente no estaba permitido su cultivo para uso alimentario. De hecho, el payés catalán que sacó a la luz todos sus beneficios, Josep Pamies, si no me equivoco, estuvo preso por cultivarla y regalarla.
La única manera legal de comprarla ya cosechada en herboristerías y bajo el etiquetado “Para uso cosmético”.


Eso era hace dos años. ¿Qué sucede hoy en día? Pues no tengo ni idea de si la legislación sobre su cultivo y venta ha cambiado. Pero lo que si que estoy viendo es como cada día más gente la conoce y se una en productos alimentarios.
Te das una vuelta por un supermercado cualquiera y la vende en polvo Gerblé para endulzar, Granini la ha incorporado en una línea de zumos y Torras ya ha sacado una variedad de chocolate.
¿Será que donde se vio un “peligro” para la empresa azucarera ahora se ve un nuevo nicho de mercado todavía por explotar?

No lo se. Solo espero que aumente la demanda para que baje el precio y más personas, en muchos casos necesitadas, se puedan beneficiar.