Buscar este blog


martes, 6 de agosto de 2013

Con cara de alegría


Habíamos ido de excursión al Río Vero. Una excursión en la que vas caminando por el río. Era la segunda vez que la hacíamos, así que más o menos sabíamos las fuerzas que debíamos guardar para la vuelta. Pero en el último momento decidimos tomar una ruta de vuelta alternativa que nunca habíamos hecho, a la vista del calor que iba a caernos si escogíamos la ruta que conocíamos. Así que fuimos por el camino de las pasarelas que mucha gente utiliza para bajar.

Al poco de empezarlo, ya estábamos dando gracias por lo sombrío y fresco que era el camino. Y fue ahí cuando nos encontramos con una familia que nos preguntó cuánto quedaba. "Ya está ahí el río." Y la alegría iluminó sus caras.


Continuamos subiendo por rocas y escaleras que cada vez estaban más al sol. Una madre y su hijo: "¿Cuánto queda?" "Nada. Cinco minutos, que es de bajada." Y vi también la alegría. Pero tú piensas que ya hace rato que subes, y si alguien que baja te pregunta cuánto queda, es que ya empieza a estar cansado. Se dibujó entonces mi primera mueca de fastidio pero continuamos.



Después de ya una dura ascensión por piedras y pasarelas al sol, donde mis gemelos y rodillas me pedían tregua, decidimos tomar un respiro en una roca a la sombra. entonces aparecieron una familia francesa y llegó mi turno de preguntar angustiosamente: "¿Cuánto queda?¿Falta mucho?" "Dos minutos" me dijo el joven. Por suerte no había hecho la pregunta un tramo más abajo. Guardé las fuerzas necesarias y las quemé en le momento justo.

Y llegué con alegría en mi cara.

sábado, 16 de febrero de 2013

World Press Photo Awards 2013



Una vez más la insensibilidad humana me enoja, aunque ya no me sorprende. Lo que sí que me sorprende es que poca gente parece percatarse del hecho en sí.

Un concurso fotográfico prestigioso, el World Press Photo, edición de este año. Diferentes categorías y diferentes premios. 5.666 fotógrafos de 124 nacionalidades distintas presentan un total de 103.481 fotos al concurso. 
Podría parecer todo normal hasta que entro en la página y veo algunas de las fotos ganadoras:


  • World Press Photo of the Year, de Paul Hansen. Una muchedumbre transporta en brazos entre lamentos los cuerpos de dos niños muertos en Gaza por un bombardeo israelí.
  • 3er Premio, categoría Spot News, Adel Hana. Un cuerpo inerte es arrastrado atado a una moto seguido por una gran cantidad de jóvenes palestinos. Era un acusado de colaborar con Israel.
  • 3er Premio en General News, Dominic Nahr. Un soldado de las Fuerzas Armadas del Sudán, flota muerto en una piscina de petróleo.
  • 2º Premio en Contemporary Issues, para Esteban Felix. Los cuerpos ensangrentados de dos lesbianas se muestran en el suelo de una sala de billar.
No hace falta seguir enumerando la cantidad de imágenes de muertes y desgracias que han sido proclamadas ganadoras en un concurso mundial de tal prestigio.

Pero ¿para qué? Ya estamos suficientemente insensibilizados con el dolor y la muerte ajena como para considerarlas imágenes dignas de premiar y destacar en nuestra sociedad.
No me vale que son foto de prensa y son la noticia que hay en el momento. También se rescatan gatitos de árboles y ni se escribe ni se publica una foto de ello.

Y me pregunto angustiada si el fotógrafo que ha presentado la foto, en algún momento entre apretar el disparador y recoger el premio, dudó de si lo que estaba haciendo le parecía moral y humanamente correcto.

Yo puedo asegurar que ni habría hecho la foto...



lunes, 31 de diciembre de 2012

Sigamos intentándolo



Los que ya conocéis mi post de Fin de Año se os hará raro que el de este año solo sea una canción.

Hay tres motivos para ello:
El primero y casi que determinante es que si no espabilo estaré escribiendo esto con las uvas en la mano.
El segundo es que esta canción me impactó desde la primera vez que la escuché y es bastante reciente. El vídeo que he escogido es una actuación en directo para que se aprecie todo lo que implica esta preciosa canción.
Y el tercero es que resume perfectamente lo que el 2012 ha sido para mi.

Este año que acaba en unas horas ha puesto a prueba mi resistencia. Y no una vez o dos. Varias, muchas, demasiadas me atrevería a decir. Y precisamente a quien más difícil se lo ha puesto es a mi corazón.

Me he levantado todas las veces necesarias y me siento orgullosa de ello porque aun viéndolo difícil e imposible, lo he intentado y conseguido cada vez.

Así que os animo a que no dejéis de intentar levantaros de nuevo cuando penséis que estáis hundidos porque no hay nada más fuerte que la perseverancia.

Os dejo disfrutar de la canción y de la LETRA por si la necesitáis



FELIZ AÑO 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Con un poco de azúcar...




Hace ya dos años que dejé de consumir azúcar. Prescripción médica. De mi kinesiólogo.
Llevaba tiempo con una sintomatología que me estaba amargando como mujer. Y unos de los cambios que tuve que realizar para que desapareciera fue dejar el azúcar. Y no soy diabética. Al igual que mejor que tampoco coma trigo, y no soy celíaca.
Estos y otros cambios en mis hábitos alimenticios supusieron incluso algunos cambios sociales, porque, sin querer, tienes un nuevo círculo de personas que de alguna manera tienes ESO en común. Y entonces te empiezas a informar.

Me dijeron que existía una planta que se llama Stevia. Sus hojas son totalmente dulces, sin contener glucosa, por lo que cualquier persona con problemas en la asimilación de dicho azúcar, podría usar dicha planta para endulzar sus comidas.


Parecía que todo lo relacionado con la Stevia iba a ser beneficios. Pero ¿por qué no se conocía esta planta?
 Pues parece ser que legalmente no estaba permitido su cultivo para uso alimentario. De hecho, el payés catalán que sacó a la luz todos sus beneficios, Josep Pamies, si no me equivoco, estuvo preso por cultivarla y regalarla.
La única manera legal de comprarla ya cosechada en herboristerías y bajo el etiquetado “Para uso cosmético”.


Eso era hace dos años. ¿Qué sucede hoy en día? Pues no tengo ni idea de si la legislación sobre su cultivo y venta ha cambiado. Pero lo que si que estoy viendo es como cada día más gente la conoce y se una en productos alimentarios.
Te das una vuelta por un supermercado cualquiera y la vende en polvo Gerblé para endulzar, Granini la ha incorporado en una línea de zumos y Torras ya ha sacado una variedad de chocolate.
¿Será que donde se vio un “peligro” para la empresa azucarera ahora se ve un nuevo nicho de mercado todavía por explotar?

No lo se. Solo espero que aumente la demanda para que baje el precio y más personas, en muchos casos necesitadas, se puedan beneficiar.



jueves, 20 de septiembre de 2012

Querida madrina


Ya va a hacer un año que te fuiste. Un año que no estás aquí. 
Puede que antes de eso no compartiera contigo tantas cosas como cuando era pequeña, pero he notado tu falta y me he acordado mucho de ti.
En este año que ha transcurrido han habido muchos cambios y otros temas siguen igual. Y me gustaría compartirlo contigo.
En un año me ha dado tiempo a replantearme mi vida dos veces:
La Primera, para abandonar la seguridad de todo lo que había conseguido hasta ahora: amigos, trabajo, lugar de residencia, pareja,... No importa las pérdidas en esos cambios, en los que sólo está hablando el corazón.
Tengo que decirte que ha sido de los momentos más dulces de mi vida, donde más amada me he sentido nunca y que me ha permitido encontrar una persona que quiero tener siempre a mi lado.
La Segunda, para valorar todo lo que perdía si tomaba esa decisión. Todos sabemos que a veces hay que renunciar a algo para conseguir otras metas. Pero, ¿hasta qué punto debo permitir que esa renuncia me duela tanto como lo hacía? El miedo a lo desconocido y la seguridad y bienestar de lo conocido fueron los motores de mi segundo replanteamiento.
Eso me ha costado mucho dolor, muchas lágrimas, mucha tristeza...Pero de alguna manera creo que he madurado. No de esa manera que te dicen los padres "Tienes que madurar" o que tú mismo piensas "Qué madura soy". No. Le he visto las orejas al lobo y creo que, por una vez, me estoy tomando esto de la vida en serio.
La vida no es un camino tranquilo y sosegado. Es un sendero tortuoso con subidas empinadas y bajadas cómodas, pero que a veces nos ofrece repechos, fuentes para beber y sombra para que sea menos difícil andar por ella.
Pues esto lo acabo de aprender, madrina, con 35 añazos. Y con un palazo en toda la nuca del que todavía me estoy recuperando.
Duele.
Pero sé que me fortalecerá.
¿Qué significa? Que voy a intentar fijarme unas metas dentro de mis posibilidades y lucharé por ellas. Pero no pienso olvidarme de disfrutar mientras tanto. Porque si algo aprendí de ti es a disfrutar la vida. Te admiraba mucho por ello. Siempre hiciste lo que a ti te dio la gana y yo voy por el mismo camino.

Un conocido me dijo el día de tu muerte:
"Recuérdala con tus actos, de la manera que crees que a ella le gustaría"
La noche que me llamó mi padre para decirme que habías muerto, me subí a un escenario en mi pueblo a bailar. Eran las fiestas. Y no quise dejar de hacerlo por ti. Estaba segura que eso era lo que querías que hiciera.

Un año, madrina. Un año y empiezo a saber qué quiero de la vida. Pero solo empiezo...



jueves, 9 de agosto de 2012

Hace 3 meses...y hoy también

Hace mucho que no escribo aquí. No por falta de inspiración, sino por falta de tiempo.

Este post lo demuestra, ya que lo escribí hace exactamente 3 meses, el día de mi cumpleaños:

Hoy es mi cumpleaños. 35 años andando el camino que no sé dónde me lleva. O quizá si, pero no quiero admitirlo.
Hay día que no encuentro divertido lo que pasa a mi alrededor. Otros, no puedo parar de reír.
Soy una montaña rusa de emociones que se deja llevar por lo que cada día se me presenta. Puede que en vez de dejarme llevar debiera tomar decisiones firmes. Pero dejándome llevar y aceptando lo que me sucede cada dia, he aprendido que no todo es como yo quiero, que las cosas necesitan su tiempo, que la felicidad es el camino y no la meta,...
Este cuerpecito mío se ha llevado un buen tute y responde muy bien cuando lo necesito. Y mi intención es que así sea por mucho tiempo. Porque es el único que me dieron para este viaje.
Los desengaños, las tristezas, los desamores, los malos ratos...me han dejado también cicatrices. Pero precisamente mirarlas es lo que después me hace sonreír y pensar: "¡De buena te has salido!" y afianzarme en la idea de lo fuerte que soy.

Libre, alegre, entusiasta, activa y risueña. Así soy y así quiero seguir siendo.






lunes, 27 de febrero de 2012

Silencio



Todos hemos dicho alguna vez lo de "No echas algo de menos hasta que lo pierdes". Y ahora todos a pensar que a esta la han dejado, o que se le ha muerto alguien, o que la han echado del trabajo...
Pues no hace falta cagarla tanto para que te venga a la mente la dichosa frase.

En las últimas dos semanas mi cuerpo me ha dado un toque de atención. He pasado tres días con fiebre alta y el premio final ha sido quedarme afónica. Hace ya una semana que no tengo voz. Solo consigo susurrar con gran esfuerzo, dejándome una tos de perro de postre. Así que he optado por ahorrar voz. Con la consecuente falta de comunicación verbal.

Los que me conocen virtualmente pensarán que no debería suponer gran problema. Total, te puedes comunicar igual: chatear, wassapear, tuitear, publicar en facebook, postear,... Pero, ¿y la importancia de hablar?
Los que me conocen personalmente saben el calvario que puedo estar pasando. Ahorrarme mi opinión en una conversación, o no hacer el chiste de turno, o no poder cantar, son algunos de los martirios más horripilantes que estoy sufriendo.
Y lo más frustrante es darse cuenta de que en un grupo de gente, pasa totalmente desapercibido tu intento por susurrar algo y esa idea o comentario se pierde...

Así que la parte positiva que saco de todo esto es la consciencia que adquiero de lo importante que es escuchar al otro en una conversación hasta que acabe y después tener tu turno de atención. Porque si no lo hacemos así, nos perdemos mucha información.

Echo de menos mi voz, pero agradezco haberme dado cuenta de la importancia de escuchar.