Buscar este blog


martes, 15 de noviembre de 2011

Mi primer...


Siempre hay una primera vez para todo.

 El primer beso: recuerdo que fue con un chico que se llamaba Marcos. El tenía 14
ó 15 años y yo, uno menos. Fue asqueroso. Notar algo caliente y húmedo dentro de mi boca. No era lo que había imaginado.
El primer novio: se llamaba Luís, DJ del local al que íbamos cada fin de semana a bailar. ¿Novio? Eso fue un cabrón con patas. 
El primer porro: uno entre 4 amigas. Durante los 10 primeros minutos fue una decepción. Aquello no hacía nada. De la horas siguientes solo recuerdo reír.
El primer polvo: ni estrellitas, ni cohetes, ni campanas ni unicornios. ¿Tanto rollo para esto? Pues incluso diría que me ha hecho daño.
El primer sueldo: ese si que me gustó. Se equivocaron y añadieron un 0 a la derecha de más del que me tocaba. Casi me da un infarto.
El primer 3.000. En realidad fueron 3.025m y lloré los últimos 25 metros cogida de la mano de un hombre de más de 60 años que no me soltó hasta llegar abajo.

Y hoy ha sido otra de esos chascos monumentales con mi primer ALGO.

Tengo 34 años y estoy muy orgullosa de mis arrugas porque bien analizadas, cada una de ellas es una alegría. son todas de sonreír.
No he sentido presión por el paso del tiempo...hasta HOY. 
Me he encontrado mi primera cana. LA PRIMERA! Con 34 años! ¿Y que hay de malo? Nada, si esa cana hubiera estado en una patilla, en el flequillo o en la coronilla. Pero esa graciosa Primera Cana ha ido a hacer su aparición en mi sexo!!!

Qué disgusto, madre!